ea v.13 n.1 Maracaibo mar. 2004
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Conocimiento científico y políticas públicas: un análisis de la utilidad social de las investigaciones científicas en el campo social
Scientific Knowledge and Public Policy: An Analysis of Social Utility in Scientific research in the Social Area
1. Centro de Estudios sobre la Ciencia, el Desarrollo y la Educación Superior (CONICET-UBA). Buenos Aires, Argentina. E-mail: marilina@ricyt.edu.ar
Resumen
Este trabajo presenta resultados preliminares de una investigación en curso sobre la pertinencia e impacto social de la ciencia y la tecnología en Argentina. Como parte de la misma se ha trabajado bajo la conjetura de que los principales aportes del sistema científico y tecnológico en el desarrollo social y en la atención de graves problemas sociales que afectan a la sociedad, deben rastrearse en las vinculaciones e intermediaciones que aquel entabla con los actores que operan en el campo social, ya sea los abocados al diseño y toma de decisiones en materia de políticas públicas, como los actores a cargo de la ejecución de acciones de intervención social pública o privada.
Palabras clave: Impacto social, ciencia y tecnología, intervención social.
Abstract
This paper presents the preliminary results of ongoing research on the pertinence and social impact of science and technology in Argentina. As a part of the same, certain work has been done on the conjecture that the principal contributions of the scientific and technological system in social development and in attention to serious social problems that affect society, should be evident in the connections and interactions that occur between actors that operate in the social field, whether involved in design and decision making in the area of public policy, or as agents in charge of the execution of social actions and interventions, public or private.
Key words: Social impact, science and technology, social intervention.
Recibido: 06-11-03 / Aceptado: 17-01-04
El fenómeno de la “intermediación” como objeto de análisis de la circulación y uso del conocimiento científico y tecnológico en la sociedad ha sido principalmente abordado a partir de los estudios de caso de vinculación universidad-empresa, privilegiando un enfoque económico de los procesos de innovación. Menos antecedentes se registran en el estudio empírico de las vinculaciones que ocurren entre los actores científicos y otros actores sociales –estado, ONGS– bajo una lógica que no necesariamente obedece a la lógica de mercado, particularmente cuando se acude como marco teórica a la literatura proveniente de los estudios sociales de la ciencia. En esta dirección se ha procurado iniciar este artículo proponiendo una conceptualización preliminar de esta problemática. Se recogen ideas provenientes de los estudios sociológicos sobre la ciencia, sobre políticas científicas y en particular sobre la construcción de políticas públicas, y centradas en la formulación del problema de las intermediaciones entre conocimiento científico y acción estatal en el campo del bienestar social, en particular la conceptualización del asesoramiento científico como ámbito de información de las políticas sociales y la toma de decisiones.
Como ejemplo de procesos de intermediación entre investigadores universitarios “productores” de conocimiento científico y actores del campo social públicos y privados potenciales “usuarios” de dichos conocimientos, se ha tomado una experiencia piloto llevada a cabo en la principal universidad pública del país Universidad de Buenos Aires (UBA).
Se trata de una serie de ejercicios exploratorios de análisis participativo de la pertinencia social de las investigaciones producidas por los científicos de la universidad en cinco áreas-problema de alto impacto (salud reproductiva, inundaciones, hábitat y vivienda para sectores de bajos ingresos, seguridad ciudadana, educación en contextos de pobreza). Estos ejercicios se concretaron en diversos talleres que reunieron durante el año 2002 a 34 grupos de investigación con 44 actores públicos y privados que operan en el campo de aplicación de las investigaciones. En los talleres se analizó retrospectivamente lo producido por la UBA en las diversas áreas-problema y las posibilidades futuras de mejoramiento en la utilización social
Sobre la base de las conclusiones obtenidas en algunos de los talleres se presentan las evaluaciones colectivas realizadas por productores y potenciales usuarios sobre la “utilidad social de las investigaciones”, y las fortalezas y debilidades de los procesos de intermediación entre conocimiento científico e intervención social.
Conocimiento científico y sociedad: ejes para su análisis
El análisis del impacto social en la dinámica del conocimiento científico
El impacto en la sociedad es el fundamento último de toda acción política que se ejerce en el campo de la ciencia y la tecnología. Como problema político y, en segundo lugar, como problema conceptual y metodológico, el análisis de la naturaleza de este fenómeno, sus determinantes y sus consecuencias es una labor que se emprende asumiendo grandes desafíos. La multiplicidad de factores que intervienen y el carácter complejo de las vinculaciones entre fuentes de conocimiento y el cambio social, subyacen en la dificultad de descifrar la dinámica de los impactos.
Durante cierto tiempo, ciertas concepciones tradicionales acerca de la relación ciencia-sociedad basadas en la imposibilidad de abrir la “caja negra” del conocimiento científico incidieron en la consideración de los impactos como fenómenos con un limitado margen para el análisis retrospectivo y, consecuentemente, en su clausura como objeto de estudio y de intervención política. Igual efecto podría establecerse en el caso de las lecturas ingenuas sobre la dinámica de la ciencia y la tecnología en la sociedad, basadas en el supuesto de la existencia de una linealidad positiva entre producción de conocimiento y su uso. Este tipo de ideas se encuentra en el fundamento de las políticas científicas de amplia difusión desde mediados del siglo XX en países ricos y pobres, para las cuales la ciencia empuja al desarrollo y por ende los esfuerzos deben concentrarse en la conformación de una oferta de investigación científica y tecnológica. En cualquier caso, como efecto práctico de estas concepciones se otorgó una relevancia secundaria al análisis de los impactos de la ciencia y la tecnología.
Desde entonces han surgido nuevas miradas que ponen en cuestión la simplicidad de la relación ciencia-sociedad: modelos de interpretación basados en la existencia de procesos interactivos; visiones críticas de la ciencia y la tecnología que atacan los supuestos de la visión ingenua; nuevos modos de caracterizar el proceso de producción y transferencia de conocimientos científicos y tecnológicos en los cuales se identifica la emergencia de actores y prácticas sociales que disputan la centralidad de las comunidades científicas (Gibbons y otros, 1994; Bijker, Hughes & Pinch, 1989; Lundvall, 1992). Estos cambios se corresponden con una valorización creciente del análisis de los diversos aspectos que caracterizan a la dinámica de la ciencia y la tecnología en la sociedad contemporánea, incluyendo la reconstrucción de los beneficios o perjuicios que ocasionan.
A su vez, esta valorización se vincula a nuevas demandas sociales que se dirigen al sistema científico y los actores responsables de la innovación tecnológica, y que se refieren, entre otras cuestiones, a la calidad de vida de la población, al cuidado del medio ambiente, y a la responsabilidad social en la asignación y usos de recursos públicos. De este modo, se ha formulado el problema de la “pertinencia social” de las investigaciones, para aludir a la significatividad de la producción de conocimiento científico en relación a la atención de los problemas sociales del entorno.
Se identifican diferentes instancias en la relación ciencia-sociedad, cada una de las cuales involucran una red extensa de actores, flujos de conocimiento y prácticas, y puede ser objeto de diferentes estrategias de análisis1:
a. El análisis del sistema de ciencia, tecnología e innovación en su rol de productor y difusor de conocimiento CyT. Su caracterización provee información sobre la utilidad social potencial. (Por ejemplo: existencia de investigadores y producción científica relevante sobre un determinado problema de salud)
b. El análisis de la instancia de intermediación entre el conocimiento producido y los beneficiarios finales. Esta instancia incluye acciones específicas de vinculación entre el sector científico y tecnológico y diversos ámbitos institucionales, como así también los procesos más genéricos de circulación y difusión del conocimiento científico en la sociedad. (Por ejemplo: organismos gubernamentales que disponen de consejos consultivos de carácter científico; instancias de actualización científica de médicos)
c. Análisis del uso de conocimiento científico y tecnológico en bienes, servicios o acciones de diversos sectores institucionales (Por ejemplo: uso de tecnologías no contaminantes para la provisión de energía eléctrica rural; incorporación de los resultados de una investigación antropológica en el diseño de una política sanitaria)
Mientras estas instancias de análisis se corresponden con diversas expresiones del conocimiento científico y tecnológico (como oferta de saberes, flujos de conocimiento o conocimiento incorporado), existe un último nivel referido al análisis específico de la sociedad y el cambio en las condiciones sociales:
d. Análisis de los efectos (positivos o negativos) en la población de la incorporación de conocimiento científico y tecnológico en prácticas sociales, hábitos e instituciones (Por ejemplo: efectos sobre la salud del uso de una nueva vacuna; efectos del acceso a información sobre alimentos genéticamente modificados sobre los hábitos alimenticios)
Los procesos que están presentes en cada una de estas instancias no ocurren necesariamente en etapas sucesivas. En la práctica se trata de procesos interactivos, que admiten un cierto solapamiento en el tiempo y cuyos protagonistas intervienen en diversos momentos y bajo diversos roles.
Los procesos de intermediación entre el sistema científico y la toma de decisiones públicas
La intermediación es una instancia vinculante entre los productores de conocimiento científico y tecnológico, y los diversos ámbitos institucionales que son potenciales usuarios de este conocimiento, ya sean los usuarios intermedios que lo incorporan a los productos y servicios que ofrecen en la sociedad, o bien la población en general (usuarios finales, eventualmente beneficiarios). Diversos estudios muestran que la mayor intensidad de vinculación se asocia positivamente con el uso del conocimiento. En esta instancia se identifican los siguientes procesos:
· difusión o diseminación del conocimiento desde el sistema científico y tecnológico
· vinculación y transferencia entre los sectores científico, gubernamental, empresarial y no lucrativo
· circulación de conocimiento científico y tecnológico por diversos canales socializadores como los medios masivos de comunicación, el sistema educativo, las profesiones, el sector de salud, los movimientos sociales, etc.
La difusión es un término ampliamente utilizado para dar cuenta de muy diversos procesos referidos al flujo de conocimiento científico y tecnológico en la sociedad. En cierto sentido, se aplica a una acción muy concreta de los investigadores científicos cuando comunican sus conocimientos; en otro sentido muy diferente se hace referencia a la difusión de tecnologías para aludir a la expansión del “uso” de una tecnología.
A los fines del análisis de los fenómenos de intermediación, se adopta aquí la idea de difusión del conocimiento bajo un sentido restringido, como las acciones de comunicación habituales que lleva a cabo la propia comunidad científica, ya sea de las investigaciones realizadas y sus resultados, como así también de los conocimientos científicos y tecnológicos disponibles. Los ámbitos para la realización de estas acciones son diversos. En principio pueden difundirse al interior del sistema científico o por fuera. La difusión por fuera del sistema científico y tecnológico implica diseminación de la información hacia otros sectores sociales y por lo tanto es un proceso más relevante para un análisis del impacto social de la ciencia y su utilidad. Mediante estas actividades el investigador científico llega a públicos más amplios que el consumidor “inmediato”, que es la propia comunidad científica.
Para el análisis del proceso de difusión desde un enfoque como el enunciado aquí, no es relevante considerar la interacción; el propósito central es la identificación del sector destinatario de estas acciones y, eventualmente el volumen de las audiencias o públicos involucrados. Podrán considerarse asimismo algunas características del formato de difusión de la producción científica que inciden en los modos de diseminación del conocimiento científico. Por ejemplo: el tipo de publicación en que se difunde un trabajo científico (es decir, si es una revista especializada o un libro de circulación general); si se trata de un ámbito de encuentro medio para científicos o al que asisten otros públicos (médicos, profesionales, grupos de interés, educadores, etc.).
Incluye las siguientes acciones:
· la actividad docente en cualquier nivel del sistema de educación formal
· la participación en ámbitos de educación no formal
· la participación en seminarios y talleres de formación
· la presentación de trabajos en congresos, jornadas, y eventos de naturaleza similar
Cuando las acciones se refieren a un contacto más direccionado de vinculación, donde median voluntades explícitas de acceso a conocimiento científico o procesos interactivos de cooperación entre productores y usuarios de conocimiento, se hace referencia a los procesos de vinculación y transferencia. En este caso el foco de análisis se constituye en la identificación y caracterización de los ámbitos de encuentro entre individuos y grupos interesados en el intercambio de conocimiento. Es ampliamente aludido en la literatura que aborda esta cuestión el peso de los contactos informales y las relaciones no institucionalizadas en la concreción de una vinculación entre productores y usuarios del conocimiento. Existen muy diversas circunstancias sociales que favorecen esta vinculación. Cualquiera de las acciones indicadas precedentemente para los procesos de difusión ofrece oportunidades de encuentro e interacción para ambas partes que pueden derivar en el inicio de relacionamientos informales. En un sentido más restringido, se hace referencia a la vinculación y la transferencia como procesos que implican una mayor formalidad e institucionalidad, incluyendo tanto las acciones que implican la firma de un convenio o contrato como las que no.2
Mientras que en los procesos de difusión del conocimiento la unidad bajo análisis es el sistema científico y tecnológico (o más específicamente los científicos, los grupos de investigación o las instituciones de I+D), los procesos de transferencia pueden ser analizados tanto desde el lado de la oferta como desde la demanda de conocimiento científico. Diversos aspectos que tienen incidencia en la naturaleza y desarrollo de las interacciones, pueden formar parte de este análisis:
· tipo de actividad que constituye el intercambio
· estructuras organizacionales que gestionan la vinculación
· normativa que regula la transferencia
· Los actores que intervienen
· los intereses y objetivos de cada parte
· la finalidad específica de cada actividad involucrada
· el tipo de conocimiento que es objeto de intercambio
· el “formato” en que éste se transmite
· los mecanismos de interfaz entre las partes
El formato alude a la existencia de procesos de “traducción” de conocimiento científico y tecnológico, desde los lenguajes específicos de la disciplina de origen (vocabulario científico) hacia el lenguaje del receptor (lenguajes políticos, técnicos) o, en general, a lenguajes de mayor comprensión pública.
El asesoramiento científico y tecnológico
Cuando en el proceso interviene el estado como demandante de un conocimiento para las decisiones políticas se hace alusión al asesoramiento científico. Esta actividad, que puede ser encuadrada en el nivel de intermediación como proceso de vinculación y transferencia, ha tomado relevancia en los últimos tiempos y es definida como la aportación de la ciencia a la política o proceso de toma de decisiones. El asesoramiento científico se presenta, entre otras, bajo las siguientes modalidades:
· comités asesores integrados por científicos que funcionan en organismos gubernamentales
· procesos de consulta a científicos ante una crisis o problema
· asesores de ciencia y tecnología de legislaturas
· presencia de científicos en funciones técnicas o políticas gubernamentales
· prospectiva pública y privada
En algunos casos se trata de estructuras de una relativa permanencia y en otro caso se trata de acciones de naturaleza más coyuntural. El asesoramiento científico se interpreta como un proceso que vincula como mínimo dos sectores bien definidos: productores de conocimiento científico y tecnológico como asesores, y el estado como usuario de conocimiento en la toma de decisiones. Pero según cuál sea la naturaleza del proceso y el modo de desarrollo, también forman parte otros actores sociales (organizaciones de ciudadanos, grupos de interés o el público en general) y los medios de comunicación. En algunos países existen algunos organismos estatales de naturaleza técnica que cumplen funciones consultivas para el gobierno en materia de ciencia y tecnología en temas aplicados (por ejemplo salud, energía, aguas, alimentación, etc.). Estos organismos son a la vez productores, asesores y usuarios de conocimiento científico y tecnológico; su análisis y desempeño puede revelar las características de una modalidad particular de asesoramiento científico3.
Finalmente, la circulación de conocimiento científico y tecnológico por diversos canales socializadores constituye uno de los procesos centrales de la diseminación de la ciencia en la sociedad y, aunque posiblemente sea el de más difícil caracterización, está directamente relacionado con la posibilidad de que la población incorpore ciencia en sus prácticas cotidianas.
Se alude aquí a los flujos de conocimiento científico y tecnológico que proceden de diversas acciones educativas y comunicativas, en su carácter más difuso. La circulación del conocimiento científico en la sociedad puede provenir de los modos de intervención de los medios masivos de comunicación en la comunicación de la ciencia; de la enseñanza de la ciencia y la tecnología en los diversos niveles educativos; del acceso por parte de las distintas profesiones (médicos, arquitectos, maestros, ingenieros, etc.) a los últimos avances en la investigación científica; y de la información científica disponible por grupos de interés (partidos políticos, sindicatos, movimientos sociales, ONGs en general).
Utilidad y uso del conocimiento científico y tecnológico
La naturaleza de las vinculaciones entre acción humana y conocimiento es uno de los ejes más relevantes de la moderna teoría económica y sociológica. Desde cierto ángulo el problema puede plantearse en términos de utilidad o uso del conocimiento. La idea de utilidad social del conocimiento científico remite a diversos sentidos.
Por un lado puede considerarse el resultado de un proceso de interpretación de un conocimiento, sobre el que existe un interés de apropiación. Está referido al proceso de interacción entre actores sociales comprometidos, de manera variable, con la pieza de conocimiento en cuestión, lo cual incluye la dinámica de interacción de estos actores con ésta (en cuanto a realización, apropiación, resignificación, atribución de valor simbólico, etc.). De este modo, la utilidad puede comprenderse como la construcción de un significado. Que algo llegue a ser considerado útil o no, no es algo que derive de la “naturaleza” del objeto, sino de las expectativas y valoraciones de uso. En tanto social, la idea de utilidad es una conjunción de las expectativas y valoraciones de utilidad esgrimidas por los distintos actores intervinientes en una escena de flujo de conocimiento (Vaccarezza y Zabala, 2002).
Por otro lado, la utilidad debe distinguirse del proceso de utilización efectiva y eficaz de un conocimiento para determinados fines. El proceso de construcción del significado de utilidad de un determinado conocimiento es sólo analíticamente discernible del proceso de uso del conocimiento. Es analíticamente discernible en el sentido de que, aún formando parte de un mismo complejo de interacción con el uso del conocimiento, se refiere a un plano específico que consiste en la justificación social del objeto (Vaccarezza y Zabala, 2002).
La utilización de conocimiento científico y tecnológico implica la constitución de un “usuario” que se apropia –no necesariamente en términos legales o económicos– del conocimiento para su incorporación a una actividad. La detección del usuario y la reconstrucción de la secuencia selección-apropiación-incorporación es uno de los objetivos centrales de un análisis del uso del conocimiento científico y tecnológico.
Pero el concepto de usuario no carece de imprecisiones cuando es confrontado con el concepto de beneficiario. Es posible distinguir situaciones donde individuos, grupos u organizaciones se constituyen en usuarios intermedios al aplicar conocimiento científico y tecnológico en la generación de nuevos bienes o servicios con una intencionalidad definida (económica, social o política); y situaciones donde se constituyen usuarios finales ya sea a través del consumo de estos bienes o bien, sin mediar necesariamente una intencionalidad, a través de una incidencia en sus prácticas regulares. En este último caso los usuarios son, a su vez, sujetos de impacto ya sea como beneficiados o perjudicados por los efectos de dicho uso.
Ejemplos que corresponden a las situaciones de usuario intermedio:
· Una empresa del sector informático que incorpora resultados de investigación en software para el desarrollo de un nuevo producto en el mercado.
· Un organismo gubernamental del área de salud pública que diseña una nueva política sanitaria luego de recibir asesoramiento científico sobre el modo de transmisión de una nueva enfermedad.
· Una entidad sin fines de lucro ambientalista que sobre la base de nuevas evidencias científicas sobre los efectos de los alimentos transgénicos elabora un plan de acción dirigido a los consumidores.
Por otro lado, la situación de usuario “final” se plantea en casos como los siguientes:
· Una empresa que incorpora nuevas tecnologías de información y comunicación para mejorar su gestión.
· Pobladores rurales que reemplazan las usinas eléctricas de gasoil por nuevas tecnologías de generación eléctrica, como los generadores eólicos.
· Población que cambia sus hábitos alimenticios a partir de la difusión de nuevos conocimientos sobre los efectos de los alimentos transgénicos en la salud.
Para dar cuenta de los procesos de uso de conocimiento en el análisis de impacto social de la ciencia y la tecnología se aplican encuestas a usuarios de servicios científicos y tecnológicos, que permiten una cobertura amplia de entidades y particulares vinculados a determinados proveedores de conocimiento, por ejemplo, el sistema universitario. Desde un enfoque sectorial se aborda este proceso a partir de la reconstrucción de las cadenas de provisión y uso de conocimiento científico y tecnológico, que operan en diversas instituciones integrantes de un sector de aplicación, por ejemplo, salud pública. Las principales dimensiones a ser consideradas en este tipo de estudios son:
· Características de las instituciones-usuarias: actividad principal, tipo de entidad (pública, privada, lucrativa. No lucrativa, nacional extranjera, etc.)
· Identificación de redes de actores involucrados
· Fuentes del conocimiento utilizado / modos de identificación y de vinculación con dichas fuentes
· Propósitos de uso del conocimiento científico y tecnológico
· Tipos de conocimiento utilizado
· Beneficiarios finales
Si bien constituye un aspecto complementario, la indagación de la demanda no satisfecha de conocimiento científico y tecnológico (temas, motivos, razones) permitiría conocer al área de cobertura potencial del sistema científico y tecnológico.
Para ambas vías de entrada al análisis de la utilización de ciencia y tecnología, los estudios de caso permiten profundizar el conocimiento de los factores que operan en la selección de un determinado insumo, su incorporación en una acción institucional y sus efectos en el mercado o en la población “objetivo” de dicha acción.
Cuando los usuarios son las empresas, y la perspectiva central es la constitución de un actor económico o la presencia de un mercado, los procesos de adopción de conocimiento científico y tecnológico en todas las alternativas presentadas están abordados por los estudios de innovación tecnológica.
Cuando el usuario es el estado, podrá considerarse a los diversos organismos gubernamentales de modo análogo a las firmas innovadoras al incorporar conocimiento científico y tecnológico en sus prácticas “productivas”. En el caso específico del área social, estaríamos refiriéndonos centralmente a:
· El diseño de políticas públicas y de programas sociales
· La evaluación, monitoreo y seguimiento de las acciones aplicadas
· La elaboración y aplicación de normativas, incluyendo la legislación
· La capacitación y asistencia técnica a proyectos sociales apoyados por el estado
Asesoramiento científico y políticas públicas y uso del conocimiento
La interacción entre ciencia y políticas públicas ha sido formulada en términos de un recurso para “ayudar al gobierno a pensar” (Weiss, 1992), a raíz de la movilización de los recursos intelectuales y su participación en la racionalidad de las políticas públicas. Este tipo de interacción no sólo se halla en las bases de la construcción de una política basada en evidencias, sino que –más importante aún– brinda diferentes “marcos de pensamiento” y múltiples perspectivas para comprender los problemas sociales en su complejidad creciente, y “recursos de legitimidad” para el acompañamiento de acciones gubernamentales.
De todos modos la ligazón entre conocimiento social y acción política no necesariamente es lineal ni eficaz en términos de mejoras en las políticas públicas. Como primera aproximación, basta tener en cuenta que buenos análisis no necesariamente significan mejores políticas, pues la información es tan sólo uno de los ingredientes que intervienen en estos procesos. Ahora, bien: en la medida en que el asesoramiento científico se reconoce como valioso en todas las áreas de la política pública, y no sólo en las que se relacionan con problemas científicos y tecnológicos, la pregunta acerca de las formas particulares que adopta esta relación entre conocimiento científico y políticas sociales se hace relevante, más aún en el caso de las ciencias sociales. Estas disciplinas tienen la capacidad de influir en la disputa política por la definición de la agenda social a través de sus teorías y datos, sus conceptos, ideas e investigaciones. Dicha influencia actúa iluminando la naturaleza de los problemas sociales y reformulando los términos en los que éstos son pensados4. En la medida en que aportan nuevas perspectivas a la arena política y cambian los supuestos que hasta entonces son tomados por evidencia, su influencia central radica principalmente en la transformación de la manera de pensar los problemas sociales
Sin embargo, la propia dinámica de la influencia de las ciencias sociales hace difícil poder identificar investigaciones puntuales que hayan tenido efectos concretos que puedan ser evaluados y, como sostiene Weiss, aún más difícil medir el impacto de un “input” particular, en el vasto, complicado y sumamente interactivo proceso de la acción gubernamental. En este sentido, cabe señalar que “...la utilización del conocimiento producido en las universidades por las agencias estatales es mucho más complejo que lo previsto por las teorías existentes y está influenciado por factores contingentes que hacen difícil su integración dentro de una teoría comprensiva de la utilización del conocimiento” (Landry, Lamari y Amara, 2001: 19).
Como comúnmente se sostiene, los conocimientos producidos por las ciencias sociales adoptan otros “usos” o “aplicaciones”: las investigaciones se incorporan como soporte de posicionamientos políticos, dotan de legitimidad y justificación a proyectos, otorgan credibilidad a las opciones seleccionadas. Pero, qué se quiere decir con la noción de “uso del conocimiento”. De acuerdo con Landry, Lamari y Amara (2001), en los estudios realizados hasta la actualidad acerca de la extensión y los determinantes del uso del conocimiento científico o académico en la administración pública, la idea de utilización implica determinados supuestos subyacentes que es necesario problematizar. El uso de los conocimientos provenientes del sector científico aparece como una decisión deliberada, un evento discreto, plausible de identificación y medición de modo directo. Según estos autores, ésta constituye una mirada simplista por dos razones: primero, porque los descubrimientos de las investigaciones científicas generan una variedad de efectos, y no uno específico; segundo, porque las decisiones no dependen de una contribución puntual de una investigación, sino de una serie de resultados de investigación que convergen en una dirección. De esta manera, el análisis queda reducido a un uso instrumental y se encierra en modos particulares de utilización de la investigación (muy difundidos, por cierto, como ser la evaluación, pero que no son los únicos). Frente a ello, estos analistas postulan la realización de esfuerzos teóricos y metodológicos para conceptualizar “el uso” del conocimiento científico más como un proceso que como un evento discreto.
La interacción entre ciencia y políticas públicas, que en una primera instancia fue pensada desde modelos ingenieriles que suponían una incorporación utilitaria o lineal de resultados científicos en las políticas públicas, es ahora objeto de estudio de esquemas interactivos, reflexivos o críticos, que no se basan en el supuesto único de una utilidad práctica del conocimiento. En virtud del aspecto en el que ellas ponen el acento, las perspectivas hasta ahora desarrolladas para explicar el uso del conocimiento en el sector estatal, pueden ser identificadas con tres orientaciones: a) la que se basa en variables relacionadas con las características de los productos de las investigaciones, b) la que pone el acento en los factores contextuales de las políticas y los intereses organizacionales; y c) la que se orienta por otros factores explicativos como las acciones de difusión, los vínculos y el intercambio entre investigadores y usuarios del conocimiento. Es esta última perspectiva, la de la explicación a la luz de la interacción, la que potencialmente brindaría mayor capacidad explicativa del fenómeno de utilización del conocimiento por agentes gubernamentales.
Pese a esta amplitud de campos de participación, en el área de las políticas sociales, el campo de la evaluación de programas parecería ser uno de sus ámbitos privilegiados. Esto se relaciona con el hecho de que la evaluación es, en sí misma, investigación social, “encajada en un contexto de poder y política”5 y el evaluador es un científico, depositario de saberes técnicos y rigor metodológico. Existe acuerdo en que la evaluación constituye una herramienta de mejoramiento y transformación de programas sociales (Weiss; 1998, Hintze; 2001). En Argentina, sin embargo, los avances en el desarrollo de evaluaciones no se corresponden con la calidad de las mismas, ni con su conversión efectiva en una herramienta de gestión de las políticas sociales, ni con el uso de sus resultados (Hintze, 2001)6. Según esta autora, esto tiene que ver con el carácter que adoptó en Argentina la naturaleza conflictiva del proceso de evaluación. Los procesos evaluativos instalan potencialmente un estado de conflicto, expresado como contradicción u oposición de valores, concepciones e intereses de los actores involucrados (políticos, burócratas y técnicos y, eventualmente, la “población objetivo”). Los científicos sociales se hallan insertos en esta dinámica, pero su intervención en este campo de acción y el conocimiento que ellos producen puede hacer que este proceso sea visible y consciente. (Melucci; 1998, citado por Hintze; 2001).
2. La utilidad de la investigación en la atención de los problemas de la sociedad como construcción social
En los párrafos precedentes ha sido destacado que en el proceso de circulación del conocimiento científico en diversos ámbitos de la sociedad intervienen diversos actores con intereses específicos (producción, uso, difusión, etc.) y diversos significados aplicados al conocimiento en cuestión. Un ámbito empírico de relevancia para estudiar la expresión de estos intereses y la construcción de significados respecto a la utilidad e impacto social de la investigación científica lo constituye el ámbito de la evaluación de la ciencia, que se encuentra institucionalizado en diversos mecanismos de gestión como son por ejemplo los comités de evaluación de proyectos científicos y de investigadores.
Para ello se ha tomado una experiencia piloto realizada en el área de evaluación científica de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Argentina, cuya novedad reside en haber introducido mecanismos “participativos” de evaluación de la ciencia, donde admiten la inclusión de actores sociales “no académicos” como analistas de la actividad científica7. Esta experiencia consistió en conformar comités “mixtos” de evaluación ex-post (es decir, de resultados de investigación) que incluían evaluadores académicos “pares” y no académicos “impares” (representantes del campo social de aplicación de las investigaciones evaluadas) y cuyo objetivo fue analizar la pertinencia social de la producción de la Universidad en determinadas áreas temáticas.
Se consideró pertinencia social a:
· la utilidad potencial de la línea de investigación seguida por el grupo
· el desarrollo de bienes o servicios aplicables
· las vinculaciones efectivas logradas por el grupo con agentes sociales externos al ámbito científico-académico y los respectivos procesos de transferencia
Mientras que los métodos tradicionales de evaluación de la investigación implican centralmente el juicio de pares académicos (otros científicos que investigan en la disciplina y temática del evaluado), la organización de comité mixtos o heterogéneos con participación de investigadores y agentes sociales vinculados a demandas sociales específicas, para el análisis de la pertinencia social son un mecanismo que aún no se ha institucionalizado en la práctica científica internacional. Dichos agentes son seleccionados bajo el criterio principal de ser un potencial usuario de los resultados de investigación que se producen en una cierta temática.
Durante el año 2002 se programaron 5 ejercicios de análisis de pertinencia social basados en la técnica del comité mixto. Que trabajaron en las siguientes temáticas:
· Salud reproductiva
· Inundaciones
· Hábitat y vivienda para sectores de bajos ingresos
· Seguridad ciudadana
· Educación en contextos de pobreza.
Se realizaron talleres por cada uno de los temas a los que concurrieron una selección de grupos de la universidad que trabajan en dichos temas (En total participaron 35 grupos de investigacióndentro de los cuales trabajan más de 400 personas en unidades pertenecientes a las facultades de Derecho y Ciencias Sociales, Arquitectura y Urbanismo, Ciencias Sociales, Filosofía y Letras, Psicología, Ciencias Veterinarias, Ingeniería, Ciencias Exactas y Naturales, Farmacia y Bioquímica) y un grupo de representantes del campo social de aplicación. En este último aspecto han participado en total 28 entidades del ámbito público y privado:
· 6 organismos del poder ejecutivo nacional
· 7 organismos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
· 1 organismo del poder legislativo de la ciudad de Buenos Aires
· 2 hospitales públicos
· 3 entidades profesionales
· 1 organismo internacional
· 2 entidades gremiales
· 4 organismos de la Provincia de Buenos Aires
· 2 empresas
· 8 ONGs
Las reuniones de análisis de los comités mixtos se desarrollaron sobre la base de la circulación previa de la producción científica de los grupos de investigación participantes entre todos los asistentes al Taller. Durante el Taller se realizó una coordinación central dirigida a moderar las intervenciones de los participantes, centralmente dirigidas a formularon sus percepciones y opiniones sobre la utilidad y pertinencia social de las investigaciones de los grupos. Estas intervenciones fueron grabadas y sobre este material se realizó un extracto que forma parte de las conclusiones que se presentan en este artículo como documento de los procesos de construcción de utilidad social de los actores participantes en estas experiencias.
Particularidades del Taller de análisis de las investigaciones sobre “Educación en contextos de pobreza”
Para poder apreciar en mayor detalle las expresiones de los participantes del Taller se ha seleccionado la reunión referida a la pertinencia social de las investigaciones de la Universidad y sus resultados en el área-problema: Educación en contextos de pobreza. Esta temática incluía los siguientes aspectos:
· desempeño de las instituciones escolares
· situación de niños, niñas, jóvenes y adultos en el sistema educativo formal e informal
· diversos tipos de violencias en la escuela, en el hogar de los escolares
· problemas en el aprendizaje y el rendimiento escolar
· trayectorias educativas y laborales
· conductas antisociales
En la UBA se han identificado 5 grupos de investigación que trabajan estas temáticas, localizados en 3 facultades: Psicología, Filosofía y Letras, y Ciencias Sociales, donde trabajan 87 personas entre investigadores, becarios y personal de apoyo, pertenecientes a las siguientes disciplinas: Antropología Antropología Social, Antropología política, antropología de la educación, Psicología, Psicoanálisis, Psicología Social, Psicología de la Orientación, Psicología Educacional, Sociología, Sociología de la Educación, Sociología de la Cultura.
Como resultados del debate entre investigadores y representantes de entidades públicas y privadas potencialmente usuarias de sus resultados de investigación se han obtenido las siguientes evaluaciones.
Un primer aspecto a resaltar respecto a la especificidad que adquirió el desarrollo de este ejercicio de análisis de pertinencia social, consiste en el tiempo considerable dedicado por los participantes a analizar en sí mismo el problema de las vinculaciones entre contextos de pobreza y educación, identificando las características que presenta en la Argentina y remarcando la gravedad de algunas de sus manifestaciones actuales.
a) Opinión sobre la utilidad del conocimiento producido
Se ha manifestado la alta pertinencia social de todas las investigaciones presentadas en este ejercicio: todas se abocan a temas de alto interés para el bienestar de la población argentina y que demandan atención prioritaria, sean ellos referidos a problemas concretos que afectan a la niñez y adolescencia, o bien a los modos en que los actores sociales abordan estos problemas y definen soluciones para los mismos. Cada una de las investigaciones presentadas toma alguna dimensión en que se expresan dichas urgencias sociales.
Ha sido destacado por el Comité, en relación a los conocimientos producidos, una serie de aspectos abordados en las investigaciones que revisten una particular utilidad social frente a los problemas que afectan a la sociedad argentina:
· el análisis de las características del problema de la violencia, en particular en poblaciones en contextos de pobreza, tanto los modos como se expresa como los factores que se asocian a su existencia y desarrollo.
· la inclusión de los adolescentes y jóvenes en esta temática, dado que es uno de los sectores de mayor vulnerabilidad social y de menor atención desde el accionar público.
· El análisis crítico –la “conceptualización” o “problematización– de algunos términos que se utilizan para abordar este problema en la sociedad, pues son insumos cognitivos para que los actores que operan en el ámbito educativo puedan pensar estos problemas en los términos adecuados.
Por otro lado, el Comité ha señalado algunas vacancias que podrían potenciar la utilidad de las investigaciones analizadas. Se remarcó la ausencia de equipos de investigación del área de ciencias de la educación en este ejercicio, cuya mirada sobre el área-problema podría ser altamente complementaria con los enfoques psicológicos, antropológicos y sociológicos presentados. En todo caso, se ha señalado que la participación de los mismos en futuras actividades de pertinencia social en el área problema, y la interacción entre estos grupos y los grupos que efectivamente participaron en este ejercicio, ampliaría efectivamente el potencial de utilidad social de la UBA, en particular por la posibilidad de incluir los aspectos pedagógicos y didácticos que derivan de la intersección entre contextos de pobreza y educación.
Por otro lado, existe la opinión de que el análisis de experiencias educativas positivas en el abordaje de la pobreza y extrema pobreza en investigaciones académicas sería un aporte importante para el abordaje del problema bajo discusión, ya que podría colaborar en el diseño de estrategias de intervención pública superadoras. En general, no se ha encontrado un espacio relevante para este tipo de estudio en las investigaciones analizadas.
b) Análisis de los procesos de difusión, transferencia y vinculación
Los grupos de investigación han establecido vínculos de muy diversa naturaleza con una cantidad importante de entidades no pertenecientes al sector científico académico, entre las cuales pueden mencionarse organismos gubernamentales de carácter nacional y provincial, a entidades privadas no lucrativas (ONGs), a instituciones del sistema educativo, al sistema hospitalario. Todos los equipos se muestran muy activos en vinculaciones extra-académicas, una muestra de lo cual es el amplio listado de entidades con quienes se han vinculado.
En una aproximación muy general, pueden señalarse las siguientes modalidades de vinculación que fueron informadas por los investigadores:
· difusión bajo la forma de publicaciones en medios escritos del campo educativo no académico o libros de circulación amplia, y en menor medida en medios periodísticos escritos
· difusión bajo la forma de disertaciones, organización de talleres y participación en actividades organizadas por agrupaciones docentes, entidades gremiales, o instituciones escolares
· actividades de extensión y capacitación a escuelas: provisión de servicios de orientación vocacional; capacitación docente
· actividades de extensión y capacitación a profesionales: ámbitos gubernamentales y no gubernamentales de formación docente, organismos públicos de promoción social, sistema hospitalario
· asesoramiento y asistencia técnica a personal de escuelas, juzgados y ONGs
· asistencia técnica para elaboración de diagnósticos sociales a diversas entidades
· elaboración de textos y materiales para el Ministerio de Educación
· elaboración de manuales y guías de recursos para la Defensoría del Pueblo de la ciudad de Buenos Aires
· diversas actividades de transferencia de conocimientos a entidades públicas, privadas y sistema hospitalario.
Durante el transcurso del Taller, tanto los integrantes del Comité como los investigadores han analizado y discutido diversas cuestiones relacionadas con la difusión social de los conocimientos producidos. Por el particular tipo de trabajo implicado en la mayoría de estas investigaciones –trabajo de campo en las propias instituciones escolares– se produce una vinculación permanente con el personal de las instituciones y, aún también, con las autoridades educativas de las que dependen más directamente las escuelas involucradas. Estos vínculos no solo consisten en el propio trabajo de campo sino en una labor de reflexión compartida, de capacitación y de transferencia permanente de los resultados que se van alcanzando. De este modo, parece evidente que existe una interacción muy positiva, en términos de acceso al conocimiento que se va generando, entre investigadores y los “usuarios” inmediatos.
Sin embargo esta misma situación ha generado la opinión de que, en la mayoría de los casos presentados, aún no se ha logrado un aprovechamiento que exceda este entorno cercano y local de las investigaciones, cuando las temáticas, el grado de avance de los proyectos y la madurez de muchos de los equipos permitirían diseñar dispositivos de impacto más amplio, regional o nacional. A diferencia de otro tipo de investigaciones académicas, cuyos resultados no permiten una aplicación inmediata, en los casos analizados en este ejercicio se ha remarcado que todos los resultados son de rápida implementación. El problema central es advertido, en términos generales, en la existencia de desinterés en los niveles políticos donde se toman las decisiones pertinentes: desinterés en buscar en la Universidad conocimientos relevantes para su accionar y también desinterés en implementar resultados de investigación o dispositivos de intervención desarrollados por los investigadores aún disponiendo de información sobre los mismos. En particular, fueron los investigadores los que dedicaron un lugar importante en sus intervenciones a señalar la cantidad de obstáculos que han encontrado a lo largo del tiempo para encontrar un interlocutor gubernamental que se interesara por los resultados de sus investigaciones, en particular cuando se trataba de una implementación de estos resultados más allá del ámbito local donde se desarrollaron las investigaciones.
En el seno de algunos grupos de investigación y como parte de sus actividades regulares, funcionan programas de intervención social o servicios permanentes que se ofrecen a la comunidad (por ejemplo servicios de consulta psicológica o servicios de capacitación docente) que además de estar estrechamente ligados con las investigaciones que desarrollan, constituyen ámbitos experimentados de atención de demandas específicas.
Por ejemplo, en el caso de dos equipos de investigación que participan en este ejercicio se ha establecido una dinámica permanente de investigación y transferencia: en el Subprograma de Psicología Clínica de Niños en el partido de Avellaneda8, creado para desarrollar actividades de extensión en el marco de una Cátedra en la Facultad de Psicología, se ofrece asistencia psicoterapéutica a niños escolarizados sin cobertura social, además de constituirse como sede de las tareas de campo de las investigaciones grupales. A partir de esta experiencia se ha iniciado un trabajo interdisciplinario con un grupo de Ciencias Sociales para integrar las miradas psicológicas y sociológicas sobre los problemas que se presentan. Los resultados que allí se generan se vuelcan regularmente en talleres con docentes, quienes van presentando demandas concretas de atención a problemáticas que surgen en el trabajo cotidiano (por ejemplo: niños violentos, problemas de aprendizaje).
Otro grupo sostiene diversas instancias de prestación de servicios regulares. Sus miembros integran la planta de personal del Servicio de Orientación al estudiante de la UBA; a su vez mantienen servicios permanentes en cinco Centros de Formación profesional de una ONGs de carácter nacional vinculada al área social de la Iglesia Católica Argentina (Caritas) y el Programa de Orientación y capacitación para la inserción laboral (POCIL), que desde 1995 se realiza en escuelas medias y técnicas de Avellaneda. De manera similar al caso anterior, este ámbito de prestación de servicios comunica en forma permanente a los miembros del equipo con las necesidades de la población que es la potencial beneficiaria de los resultados de sus investigaciones.
Los miembros del comité han destacado que los trabajos desarrollados por todos los grupos son muy buenos “señalamientos” de problemas y por lo tanto buenos elementos de “denuncia” frente a situaciones que debieran ser tomadas en cuenta y atendidas por el Estado. Sin embargo se advierte que el Estado necesita mayor acceso a propuestas y a recursos pedagógicos, psicológicos y de fortalecimiento institucional para dar cuenta de los nuevos problemas socioeducativos. No se trata de estrategias adaptativas a la crisis sino de recursos para generar nuevos proyectos de escuela.
Se señala que, por lo general, se adolece de indicaciones precisas para los docentes y los equipos de orientación escolar para la intervención directa en estos problemas. Los grupos de investigación deberían profundizar su labor en el desarrollo de estas indicaciones, accesibles a los profesionales que se enfrentan cotidianamente a los problemas: procedimientos, estrategias, lugares donde concurrir para asesorarse o solicitar asistencia técnica, materiales para consultar, rutinas a seguir, manuales. En reiteradas oportunidades miembros del comité y los propios investigadores han resaltado los serios problemas que tienen los docentes para hacer frente a las consecuencias de la aguda crisis socioeconómica sobre la situación de su alumnado. La situación está caracterizada como un “desborde” que demanda urgente atención por parte de quienes analizan estos temas.
De todos modos, hay una coincidencia en señalar que en esta problemática la respuesta efectiva a una demanda social no puede concretarse por fuera de una acción estatal sistemática y articulada. En este sentido se ha encontrado que no existen mecanismos institucionales para la incorporación sistemática de los resultados de las labores de los grupos en las áreas de máxima decisión política en el problema.
c) Identificación de fortalezas y debilidades en la pertinencia social Fortalezas:
· Es altamente positiva la larga trayectoria y estabilidad de algunos trabajos
· Los conocimientos producidos son particularmente útiles en todo el sistema educativo del país, y en todos los niveles de intervención desde la práctica docente hasta el máximo nivel de decisión política
· Esta utilidad corresponde tanto a la producción de estrategias, instrucciones, servicios de uso inmediato, como a la labor de “conceptualización” y “problematización”. Ambos tipos de resultados de investigación son considerados de alta utilidad social
· Los trabajos presentados permiten identificar problemas y realizar “denuncias”
· Se han identificado diverso tipo de demandas de conocimiento que podrían ser atendidas por las investigaciones de la universidad
· Canalización de demandas de docentes (de escuelas que forman parte de proyectos de investigación) en actividades de capacitación ofrecidas por los investigadores.
Debilidades
· Los mayores beneficios que generan las investigaciones alcanzan fundamentalmente a los ámbitos cercanos al contexto de realización de las actividades, y no hay información que permita afirmar un impacto de mayor alcance.
· Alta disociación de los grupos participantes del Taller con otras experiencias alcanzadas por equipos de trabajo que hacen investigaciones o realizan intervenciones en aspectos relativos al área problema, pertenecientes a la propia Universidad, a otras universidades, entidades gubernamentales y ONGs del campo educativo, de la niñez y adolescencia, del área social o de salud.
· Desinterés en los máximos niveles de decisión política en la replicación de resultados exitosos o en su generalización a partir de la formulación de políticas
· Problemas en los principios que estructuran el sistema de capacitación docente en el país, que no da protagonismo al maestro y por lo tanto no canaliza sus demandas de conocimiento.
Particularidades del Taller de análisis de las investigaciones sobre “Seguridad ciudadana”
Otro caso interesante de analizar es la reunión realizada para analizar la pertinencia social de las investigaciones referidas a “seguridad ciudadana”. En una primera aproximación, se consideraron como parte de esta problemática las siguientes dimensiones:
· violencia institucional
· políticas públicas de seguridad
· desempeño de instituciones en materia de seguridad
· delito: caracterización, prevención
· conductas antisociales
· hechos violentos
Los diferentes aspectos del fenómeno de la seguridad ciudadana surgen de las temáticas de investigación de los grupos de la UBA que han participado en este ejercicio de pertinencia social. En estos proyectos, la seguridad ciudadana está vinculada al tratamiento de otras problemáticas de carácter más general, entre ellas: pobreza, exclusión y desempleo; control social; diseño, implementación y evaluación de políticas públicas.
El Taller se desarrolló con la participación de veinte personas:
· 12 integrantes de 6 grupos de investigación
· 3 representantes de un organismo gubernamental nacional
· 2 representantes de un programa gubernamentales de la Ciudad de Buenos Aires
· 2 representantes de ONGs
· 1 representante de un organismo gubernamental provincial
Para el análisis de pertinencia social de la Seguridad Ciudadana se seleccionaron seis grupos de investigación que desarrollan sus actividades en cinco Facultades de la UBA: Ciencias Sociales, Filosofía y Letras, Derecho, Psicología y Arquitectura y Urbanismo. En total suman 69 personas entre investigadores, becarios y personal de apoyo, que trabajan en las siguientes áreas-temáticas: Antropología política y jurídica; Sociología; Arquitectura; Planificación metropolitana; Derecho; Psicología clínica; Psicología social; Psicoanálisis; Psicología forense; Sociología jurídica; Derecho penal; Derecho privado; Sistemas de información geográfica, Ecología urbana y Ciencias de la comunicación.
Como resultados del debate entre investigadores y representantes de entidades públicas y privadas potencialmente usuarias de sus resultados de investigación se han obtenido las siguientes evaluaciones.
Según la visión de los integrantes del comité, la concepción de la seguridad como cuestión pública, como un hecho que debe ser resuelto por una política específica a cargo del Estado, es novedosa en la Argentina. En los últimos años se produjo un cambio cuantitativo y cualitativo del problema de la seguridad. El universo del delito y la violencia es totalmente distinto al de diez años atrás, cuando no era considerado un problema público como lo es en la actualidad. Lo que se puede definir como universo del delito es algo amplio, múltiple, extenso: abarca desde los delincuentes comunes hasta el narcotráfico; desde el secuestro Express y las salideras bancarias hasta los delitos complejos como el lavado de dinero o la evasión impositiva. La reducción de los índices de criminalidad y la seguridad como meta, son aspectos de este tema.
Sin embargo, en sentido amplio, el concepto de seguridad ciudadana está relacionado con cuestiones que exceden al delito, como lo son el mantenimiento y preservación de los derechos personales y materiales, los derechos civiles y los derechos humanos. Es mucho más que acción policial o prevención del delito, e incorpora la idea del Estado como garante del desarrollo humano y de la calidad de vida de los ciudadanos. Cuando el Estado cumple adecuadamente con esa función, la prevención del delito es un tema que queda relegado a un sector muy minoritario de la población. Por lo general, la delincuencia es el resultado de la vulneración previa de los derechos de las personas que cometen delitos. En este sentido, la expresión seguridad ciudadana no debe restringirse a la seguridad de los ciudadanos, pues esta noción no incluye a los extranjeros, que no son ciudadanos argentinos, ni a los menores. Por el contrario, debe extenderse a la seguridad humana, vincularla a problemáticas diversas que implican lo jurídico, lo sociológico, la salud pública, la economía, la política pública, la antropología, la arquitectura, el medio ambiente, el acceso a los servicios de salud, la educación, los tema de empleo y desempleo, entre otros.
El análisis de pertinencia social sobre las investigaciones de los grupos de la Universidad que se puso en práctica durante el taller, se centró en los aspectos más relacionados con la violencia y el delito, dejando de lado las otras dimensiones más integrales referidas precedentemente.
a) Opinión acerca de la utilidad social del conocimiento
En general se consideró que los temas abordados por todos los grupos de investigación son de interés, forman parte de las preocupaciones de la población argentina y se vinculan con áreas de trabajo gubernamental y no gubernamental. Se afirmó que en los trabajos analizados hay muchos puntos interesantes para el diseño de políticas públicas y, en algunos casos, los trabajos realizados son materiales de referencia para el trabajo institucional por fuera del ámbito académico y han sido considerados por integrantes de programas gubernamentales.
Según la opinión de algunos integrantes del comité, la falta de enfoques más integradores sobre la problemática de la seguridad ciudadana, como supondría una mirada desde el mejoramiento de la calidad de vida, podría incidir negativamente en el potencial social de los trabajos.
Se consideraron muy pertinentes los estudios de violencia policial y el control social de la violencia presentes en la producción de los grupos de investigación que participaron del ejercicio; el desarrollo de propuestas sobre políticas de seguridad y las formas de administrar justicia. En el mismo nivel de pertinencia se ubican las investigaciones de base antropológica sobre la violencia institucional punitiva, las respuestas políticas a los problemas de la inseguridad ciudadana y las políticas de control social de distintas agencias. La aplicación de sistemas de información geográfica al análisis de la problemática de la seguridad ciudadana mediante la elaboración de “mapas” –también presente en la producción de los grupos de investigación– se ha considerado de gran utilidad; en particular, si se amplía la información hacia aspectos vinculados a la calidad de vida y no sólo respecto a la ocurrencia de delitos.
No todas las investigaciones tienen el mismo potencial de utilidad social con relación a la formulación de políticas públicas en materia de seguridad ciudadana. Esto sucede en el caso de las investigaciones de base psicológica centradas en el análisis de la conducta antisocial que también formaron parte de la selección de grupos de investigación.
En las investigaciones centradas en procesos de rehabilitación de menores, su utilidad potencial se refiere a un universo institucional diferente al de las investigaciones centradas en aspectos sociológicos y antropológicos de la violencia y el control social. Se ha identificado una utilidad potencial de este tipo de investigaciones para el trabajo de prevención terciaria.
b) Evaluación de los procesos de difusión, transferencia y vinculación
En líneas generales, los procesos de difusión, transferencia y vinculación de los grupos son considerados insuficientes, dependiendo de los contactos, intereses y esfuerzos personales de cada investigador o de su grupo. Existe un potencial de uso que es desaprovechado por diversas razones.
Se detectó la percepción de que no hay criterios estandarizados para referirse a estas actividades, sea por falta de definiciones comunes sobre lo que se considera una asistencia técnica, o lo que se piensa como actividad de difusión frente a la transferencia. Aquí residiría una de las razones de la baja visibilidad de estas actividades en los informes que los investigadores presentan a la Universidad. También revelaría que este tipo de trabajo no se considera adecuadamente en la evaluación que se aplica a los investigadores, transformándose en una tarea relegada a la voluntad de las partes y no reconocidainstitucionalmente.
Hay una gran dificultad para acceder a la información que producen los grupos entre quienes no pertenecen al ámbito universitario. Estas dificultades residen en: la inaccesibilidad de los avances de las investigaciones; la insuficiencia de publicaciones que difundan los resultados de las investigaciones a públicos más amplios. Si se consideran los medios electrónicos, las páginas Web universitarias no son claras en función de la localización de las investigaciones según temas de interés social e incluso resulta engorrosa la localización misma de proyectos y grupos de trabajo; cuando se accede, la información es escasa y no contiene datos sobre resultados ni medios para comunicarse con los grupos.
Por otra parte, la desvinculación no sólo afecta a las entidades potencialmente usuarias del conocimiento sino también a los propios grupos, ya que en las instituciones públicas existe mucha información generada que podría ser aprovechada por los trabajos universitarios. Además, algunas investigaciones realizadas sobre el desempeño del Estado en materia de políticas de seguridad están desactualizadas, justamente por no haber un contacto estrecho entre las instituciones. La vinculación entre los grupos de investigación y los organismos estatales debiera producirse para enriquecimiento reciproco. En este sentido se observa una gran carencia de trabajo interinstitucional.
A pesar de la existencia de acuerdos entre algunos entes gubernamentales y la universidad, los investigadores no se acercan a ellos para encarar trabajos conjuntos, ni viceversa. La impresión es que hay resistencias reciprocas, que afectan tanto a los investigadores como a los funcionarios de organismos públicos, dificultando la construcción de puentes de trabajo conjunto para el análisis de esta problemática.
Las investigaciones de las distintas facultades de la UBA –y más aún entre las distintas Universidades públicas del país– están desarticuladas y ello afecta también al impacto que pueden tener sobre decisiones y planes políticos.
Algunas de las principales modificaciones que debieran concretarse para una mayor receptividad de los conocimientos producidos en la Universidad y una mejor resolución de los problemas, competen en gran medida al actor estatal. El Estado no cuenta con un staff técnico y profesional dedicado al análisis y discusión de políticas, abocado al trabajo en seguridad y políticas públicas. Si bien esta ausencia podría ser vista como una ventana de oportunidades para la utilización de la investigación académica como insumo del accionar estatal, también demuestra un cierto desinterés en la producción de conocimiento para el diseño de políticas.
c) Identificación de fortalezas y debilidades
Como resultado de la realización del Taller y de las consultas posteriores a los miembros del comité, en las investigaciones vinculadas al área-problema seguridad ciudadana se identificaron las siguientes fortalezas y debilidades:
Fortalezas
· Es una temática de alta relevancia social sobre la que hay una gran necesidad de producción de conocimiento y de vinculación entre los investigadores y las instituciones de aplicación.
· Los temas que se trabajan desde las perspectivas antropológicas y sociológicas son los mismos que forman parte de la agenda de trabajo de entidades de la sociedad civil y, en menor medida, de entidades gubernamentales. En un solo caso se observa que la investigación es parte constitutiva del programa institucional de una organización no gubernamental, ya que las actividades de investigación están estrechamente relacionadas e incluso, comparten integrantes entre ambos equipos de trabajo.
· Aunque se afirma que no hay consecuencias efectivas en la definición de políticas públicas, la producción de conocimiento resultante de algunos proyectos es reconocida en ámbitos externos al medio académico, siendo mencionada específicamente como material de referencia por una de las instituciones integrantes del comité.
· Hay capacidades efectivas de producir información útil para el diseño de políticas públicas en materia de prevención del delito y desempeño de instituciones del campo de la seguridad pública.
Debilidades
· Déficit de análisis más abarcativos que incluyan el concepto de calidad de vida frente a la extensión de trabajos centrados en el delito y la violencia, que implican un recorte sobre el problema de la seguridad ciudadana.
· No se registran interacciones entre los grupos de investigación, ya que priman los vínculos disciplinarios. Este tipo de funcionamiento afecta el potencial de aplicación, de difusión y el aprovechamiento recíproco de las entidades externas que están contactadas con algún grupo en particular.
· Hay insuficiencias en los procesos de difusión, transferencia y vinculación entre los grupos de investigación y sus potenciales usuarios que obedecen a factores operantes en ambos sectores.
· La Universidad ofrece pocos canales para la difusión no científica. Faltan canales institucionalizados de difusión de proyectos, resultados, publicaciones y tesis no publicadas. Hay desconocimiento, tanto hacia adentro como fuera de la Universidad, de los trabajos desarrollados por las cátedras, que no necesariamente se constituyen como grupos de investigación visibles. Por otro lado, el Estado a través de sus organismos concretos, no especifica su demanda de conocimiento a la Universidad, ni tampoco genera un ámbito formal de incorporación del saber producido por la Universidad: hay un bajo interés del Estado por trabajar con la Universidad.
· Las investigaciones suelen emplear a vocabularios poco accesibles a públicos diversos, lo que dificulta la ya escasa vinculación observada entre grupos de investigación y actores sociales de sectores de bajos recursos.
3. Reflexiones finales
El proceso de análisis de la pertinencia social del conocimiento producido en la Universidad a través de los comités mixtos antes descriptos han dado como resultado una serie de afirmaciones generales sobre la pertinencia del conocimiento que revelan el proceso de construcción de utilidad social por parte de un conjunto de actores sociales con intereses específicos en un arrea problema definido.9 Estas visiones ofrecen las perspectivas de los actores sociales sobre los impactos potenciales y reales del conocimiento científico en la solución de problemas sociales, y de allí una determinada formulación del problema de la intermediación entre ciencia y sociedad (incluyendo aquí estado políticas públicas, actores de la sociedad civil)
Las dos afirmaciones más generales que se formularon a lo largo de los talleres fueron, en primer lugar, que en términos generales todas las investigaciones analizadas pueden considerarse altamente relevantes en términos de la selección de problemas de investigación y, en segundo lugar, que los principales problemas no constituyen tanto la elección de temas sino los procesos de difusión, transferencia y adopción de los conocimientos por parte de los sectores sociales que intervienen en la problemática bajo análisis.
Sobre la primera observación, se identificaron diferentes grados de aplicabilidad de los conocimientos según los grupos y en virtud de su vinculación más mediata o inmediata con el área-problema. En cuanto a la segunda, los principales problemas señalados consisten en la falta de mecanismos institucionalizados para la difusión por fuera del ámbito científico-académico, el uso de lenguajes muy técnicos en los materiales escritos que impide la comprensión entre los no expertos y la intervención de criterios de evaluación científica que desestimulan la producción en transferencia o extensión.
Estas afirmaciones han sido acompañadas por debates intensos sobre la definición del área-problema: la conceptualización de determinados tópicos, la utilización de determinadas categorías para aludir al problema bajo estudio, la especificación de qué aspectos del problema son relevantes para la discusión pública. Estas cuestiones ocuparon una parte importante de las discusiones y dieron lugar a visiones diversas que derivaron, a veces, en perspectivas contrapuestas acerca de cómo se define “el problema” (para estos ejercicios el problema era la temática de convocatoria del taller, por ejemplo, salud reproductiva).
Uno de los aspectos más señalados en torno a los problemas de “uso” del conocimiento por parte del estado ha sido el proceso creciente de empobrecimiento de este rol en el país a la par de los procesos neoliberales de las últimas décadas, y en este sentido la disolución de muchas instancias tradicionalmente articuladoras con el sector científico, como por ejemplo los centros de investigación y estudios incorporados en las propias áreas del estado, la pérdida del sentido del concepto de planificación o acción a largo plazo, y la desaparición de empresas públicas con áreas de investigación y desarrollo propias.
Estas reflexiones son sólo una muestra de las posibilidades de análisis del impacto social de la ciencia en la sociedad. Un fenómeno altamente complejo en términos de los múltiples factores asociados para su análisis, pero de alta relevancia frente a los desafíos que se plantean en países con graves crisis sociales, como sucede en nuestra región latinoamericana.
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1. Para esta propuesta se ha hecho una revisión de otras metodologías basadas en la identificación de los diversos procesos, particularmente de: Rejean Landry, Nabil Amara, y Moktar Lamari (2001); Jack Spaapen y Frank Wamelink (1999); Fernandez Polcuch (2000); La OCDE (2000) distingue entre procesos de producción, mediación (que implica el transporte del conocimiento desde su fuente a otros actores y ámbitos), y uso y aplicación para el logro de objetivos prácticos, equiparables a las tres instancias previas señaladas. A su vez estos procesos pueden ser desagregados en siete procesos más específicos: producción-validación-codificación-diseminación (que incluye difusión y transferencia) adopción-implementación-institucionalización.
2. Una fuente de información relevante para estos procesos, que constituye en sí misma una línea de análisis específico son los estudios de la vinculación universidad-empresa, que por extensión alcanza a las diversas vinculaciones que establece el sector científico con actores no científicos, (sector productivo, gubernamental, o “tercer sector”).
3. Sobre definiciones acerca de asesoramiento científico y modalidades de evaluación se ha tomado: Instituto de Prospectiva Tecnológica – IPTS (2003).
4. En su historia, las ciencias sociales han transformado los términos del discurso en muchos campos, desde la justicia criminal a los problemas ambientales, desde la pobreza crónica a la planificación urbana. Al respecto, ver trabajo de Weiss (1993) sobre las formas en que la política gubernamental y la agenda sociológica se influencian una a otra.
5. Pues se centra en cuestiones relativas a la aplicación de programas, es decir, de interés práctico, y está en posición de sugerir cambios que afecten la posición de alguno de los actores involucrados. (Cohen y Franco, 1993; citado por Hintze, 2001: 7).
6. Según esta autora, en Argentina, las actividades de monitoreo y evaluación suelen hacerse con fines más burocráticos pues responden más a los requerimientos de las instituciones financieras internacionales, que a maximizar el impacto y la eficiencia de los fondos a través del conocimiento y las acciones correctivas que se deriven. Entre los aspectos indicativos del estado de la evaluación del país, esta autora señala: no disponibilidad de información sistematizada y de actividades de seguimiento periódicas, no aplicación de resultados de estudios puntuales de impacto, inexistencia de pautas de seguimiento de los componentes, falencias en los sistemas de información y dificultades en la capacidad de control y seguimiento, entre otros.
7. Respecto a las características de este novedoso mecanismo, sus resultados y conclusiones puede consultarse la pagina web de la institución www.rec.uba.ar en la sección ciencia y sociedad.
8. Avellaneda es un distrito suburbano localizado en los límites con la capital Federal de Argentina con altos niveles de pobreza en su población.
9. Los contenidos específicos de cada uno de los cinco talleres pueden consultarse en la página Web señalada precedentemente.
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